Competencias Complejas y Modelación de los Sistemas Complejos

COMPETENCIAS COMPLEJAS Y MODELACIÓN DE LOS SISTEMAS COMPLEJOS

A principios del siglo XX, se requería aproximadamente 50 años para duplicar el nivel de conocimientos (académicos, filosóficos, culturales…) disponibles a escala planetaria. Hoy en día -debido en particular a las nuevas tecnologías de la comunicación- sólo 8 años son necesarios para llegar al mismo resultado…

Frente a este flujo permanente de informaciones de todo tipo, necesitamos herramientas rigurosas para ser capaces de ordenarlas y ubicarnos con mayor pertinencia: Ya no sirve tanto adquirir de manera enciclopédica una suma enorme de competencias locales y conocimientos lineales; hoy en día y para elevar nuestra capacidad colectiva para solucionar problemas siempre complejos, necesitamos primero que todo adquirir “meta-competencias”, es decir aptitudes de tipo propedéuticas para conectar entre ellas las destrezas obtenidas en diferentes campos disciplinarios, y ser capaces de articularlas con sentido estratégico. Frente al obstáculo de una obsolescencia acelerada de los conocimientos técnicos, al riesgo de una dilución de lo fundamental en la urgencia cotidiana, no son los conocimientos en sí mismo que le deben importar al estudiante, al empresario o al dirigente político, sino más bien el método y la creatividad intelectual que permiten ordenarlos en una secuencia estratégica.

Efectivamente las carreras en las cuales nos vamos, todos, formando durante la adolescencia y también la formación continua, son diseñadas desde una trinchera, una sola óptica que corresponde a una disciplina principal: “Ante estos cambios de paradigma, donde emergen diversas realidades, nuevas disciplinas, ciencias y tecnologías, el diseño tradicional de las currículas, los programas y planes de estudio, generalmente lineales, secuenciales y con contenidos separados y desconectados, deben ser totalmente repensados. Hemos visto esfuerzos en ese sentido, con el fin establecer puentes entre las partes desagregadas de las currículas, los programas y los planes, en un intento por integrar lo que está separado”. (Badilla Saxe, E. “Diseño curricular, de la integración a la complejidad”. En, In Actualidades Investigativas en Educación, Vol 9, No 2, Universidad de Costa Rica, 2009.)
El pensamiento complejo, encabezado por Edgar Morin a nivel internacional y en particular mediante de la UNESCO, aparece como una propuesta reformativa particularmente novedosa por su globalidad y su coherencia. Resulta extremadamente difícil resumir en pocas palabras la profunda contribución de Edgar Morin al pensamiento humano. Podemos sin embargo subrayar un eje esencial que representa el esfuerzo constante de superar las concepciones reduccionistas y de incluir los fenómenos del mundo real en su globalidad y su multidimensionalidad. En efecto, frente a problemas planetarios y complejos como los del calentamiento global, de la pobreza, de los flujos migratorios internacionales, el pensamiento ortodoxo se revela cada vez más torpe en proponer una respuesta coherente y aceptable, precisamente por su incapacidad de considerar el conjunto de dimensiones que interactúan de manera estrecha.

Reivindicamos aquí los resultados de Jean-Louis Le Moigne, co-fundador con Edgar Morin de la red europea de investigación MCX-APC, y autor de la obra La modelación de los sistemas complejos, donde demuestra cómo el uso casi-sistemático de modelos complicados para la resolución de problemas complejos conduce a un aumento de su complejidad. (Le Moigne, 1990). En este orden de ideas, nos seguimos hoy en día definiendo como “economista” o “sociólogo” o “comunicólogo”, pero jamás los problemas que enfrentamos en la vida son problemas puramente “económicos” o “sociales” o “comunicacionales”… Siempre van interrelacionados. Por esta razón se vuelve central la cuestión de la reforma de nuestros sistemas educativos para que aprendamos a articular las competencias, a utilizar las herramientas que provienen de diferentes disciplinas. 

Por: Nicolas Malinowski