Autor: Dr. Roberto Rivera Pérez

Alguna ocasión hace muchos años, escuche a uno de mis profesores (específicamente el de Literatura) decir: ¡La vida es tan corta, que se necesitan leer muchas novelas, y así poder apropiarse de las experiencias de otros!  Personalmente, desconozco a ciencia cierta si esa frase puede o no tener razón, más bien creo que dependerá de la óptica con la que se mire. Pues se ha de recordar, que ¡una pila de ladrillos no es una casa!

Autor: Dr. Roberto Rivera Pérez

Si te identificas con alguna de las siguientes preguntas, sigue leyendo: ¿Cuántas veces ha existido la necesidad de escribir un ensayo, artículo o reporte de investigación?, en promedio ¿cuántos días se destinan a la búsqueda bibliográfica, a la jerarquización de los documentos rescatados, pero sobre todo a la lectura integra de los mismos?

El Dr. Carlos David Solorio Pérez, docente investigador de Multiversidad Mundo Real Edgar Morin, fue ponente en el Simposio Dimensiones de la familia, parentesco y padrinazgo: Contextos cambiantes en el marco del III Congreso Mexicano de Antropología Social y Etnología, celebrado del 24 al 26 de septiembre de 2014 en el Centro Cultural del México Contemporáneo y en el Palacio de la Inquisición en la Ciudad de México.

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 El pasado 18 de septiembre, el Dr. David Solorio y el Dr. José Enrique Gómez presentaron la ponencia titulada: "Análisis filosófico de la jurisprudencia cuando se demuestra infidelidad de la mujer: el caso de los padres solteros". en el  I Coloquio Nacional de Género en Ciudad Obregón, Sonora (México). 

Retomado por el Dr. Roberto Rivera Pérez

Pierre Bourdieu, oportunamente comentó:

En todas las sociedades avanzadas, en Francia, en Estados Unidos o en Japón, el éxito social depende muy estrechamente de un acto de nominación inicial (la imposición de un nombre, de ordinario el de una institución educativa: Universidad de Todai o de Harvard, Escuela Politécnica) que consagra escolarmente una diferencia social preexistente.

 Autor: Dr. Roberto Rivera Pérez

Debido a que los cambios culturales tienden a ser paulatinos y no necesariamente benéficos a todos los sectores sociales, no fue antes del año de 1931 que legalmente las mujeres en México pudieron acceder al divorcio y la custodia de su descendencia; a partir del año de 1953, obtuvieron su derecho al voto, se incorporaron de forma legal al trabajo económicamente remunerado y obtuvieron el derecho sobre la adopción de forma independiente. No obstante, las mujeres mantuvieron su condición social como portadoras del honor-virtud de su familia de origen, esposa abnegada, madre amorosa y agente para la reproducción de los varones que necesitaba la nación posrevolucionaria. Situación que se mantuvo vigente, y que cambiaría parcialmente, sobre la base de las transformaciones culturales que provocó la década de los setentas con la introducción de la píldora anticonceptiva. Por tanto, los hombres y las mujeres, ya no necesitaría de la aprobación social del matrimonio para ejercer libremente su sexualidad.