Monsiváis, Una Obra de Convergencias Y Transgresiones

El pasado 19 de junio de 2013 se celebró el tercer aniversario luctuoso del intelectual mexicano Carlos Monsiváis. Su lugar en la producción cultural fue tan abarcador, que incluso adquirió tonos abrumadores.

Carlos Monsiváis hizo participar a sus lectores de su especial uso de la ironía, de la paradoja y del humor. Destacó entre los intelectuales de su generación por su capacidad multireferencial. Conocía tanto de “alta cultura” como de “cultura popular” y del “sistema comercial y de entretenimiento”. E incluso se llegó a jugar entre los círculos culturales sobre la omnisciencia y la omnipresencia de “Monsi”. Basta con mencionar su participación en un vídeo musical con Luis Miguel como su sus entrañables charlas con un escritor de la talla de Ricardo Piglia.

Para sus lectores, la obra de Carlos Monsiváis representa un abrevadero, un espacio de particular convergencia entre lo que somos como mexicanos y los conocimientos que alimentan la inteligencia individual y colectiva.

Respecto al último punto, sabemos que Monsiváis tenía una opinión generalmente ácida sobre los eventos políticos y sociales de mayor trascendencia y participaba con simpatía de las manifestaciones populares en contra del autoritarismo.

Las instituciones que promovieron las intensas actividades conmemorativas fueron: Consejo Nacional para la Cultura y la Artes; Secretaría de Educación Pública; Biblioteca de México; Radio Educación y Museo del Estanquillo.

Un ejemplo muy claro de la capacidad alusiva y multireferencial es el libro del año 2009, “Escribir, por ejemplo”, editado por Conaculta y SEP, el cual fue promovido de forma importante como lectura escolar. El atractivo del libro empieza por el título; una referencia directa a Pablo Neruda y para destacar los dos significados: la escritura como un aprendizaje por medio del ejemplo y la escritura como un acto humano por excelencia.  

Autor: José del Pilar