Imprimir

145# De modernidad líquida...en relaciones dialógicas.

Virginia Gonfiantini

AMSAFE - Facultad de Humanidades y Arte

Argentina

Verdaderamente, llevaos nuestra historia con sus tramas y nuestro ADN cultural cuando nos encontramos con el otro. Ese punto no es menor si lo llevamos a la cotidianeidad. El tema es que al entrar en el hecho educativo, nos enfrentamos a una complejidad inesperada.

Para que los nuevos conocimientos anclen en los conocimientos previos, necesitamos de recuerdos. Y desde Bauman, no podemos dejar de cuestionarnos: “La vida de consumo es una vida de aprendizaje rápido (y de olvido igualmente rápido. Olvidar es tan importante como aprender, si no más” (Mundo-Consumo, pág. 207 y ss). Hay tres mensajes que se repiten: estar y mantenerse a la cabeza, porque ello promete aprobación e inclusión; saber que esa promesa tiene fecha límite de consumo y responsabilizarse por las elecciones (aunque las opciones estén prefijadas y la libertad es sólo de escoger entre las que se presentan). La vida de consumo no consiste en adquirir y poseer, ni siquiera en librarse de los adquiridos anteayer… Consiste en estar en movimiento. Lo efímero es la característica. Es muy duro el diagnóstico que realiza: “En dicha sociedad, quienes se mueven exclusivamente por lo que creen que necesitan y se activan únicamente por las ganas de satisfacer tales necesidades son consumidores defectuosos y, por lo tanto, son también marginados sociales.

Lo vemos a diario en el aula, en los grupos que se conforman con vinculaciones cada vez más débiles. Podemos analizar el caso de las manifestaciones musicales y el lapso de tiempo que duran en la memoria publica. Eriksen –citado por Bauman- explicita un fenómeno: cuando se distribuyen cantidades crecientes de información a una velocidad también creciente, cada vez resulta más difícil crear narrativas, órdenes, secuencias de desarrollo. La descontextualización y las conexiones que suelen hacerse habitualmente aleatorias, marca cascadas de signo… Los fragmentos amenazan con volverse hegemónicos.

Esto tiene claras consecuencias de cara a la forma en que nos relacionamos con el conocimiento, el trabajo, el estilo de vida. Entonces, aparece una actitud displicente. Y la esencia de este ser displicente es el embotamiento del discernimiento. Se perciben los objetos, pero no el sentido y los valores diversos de las cosas. “Se experimenta como si fueran algo insustancial. Para la persona displicente, (las cosas en sí y entre sí) tienen una apariencia uniformemente plana y gris; ningún objeto se hace merecedor de una preferencia sobre otro… Todas las cosas flotan con la misma gravidez específica en la corriente (en constante movimiento) del dinero”. La respuesta: desligarse de toda atadura a elementos concretos.
Anclar los conocimientos en el contexto de una sociedad ahorista y cultura acelerada (Bertman) es el gran desafío. La avidez de esta sociedad no estriba en adquirir tanto como en deshacerse de todo lo que uno pueda y en reemplazarlo.
Emancipar a través de la educación nos pide –dentro de este mundo de modernidad liquida- considerar el valor y las posibilidades del recuerdo, de la memoria. En este escenario debemos plantar la semilla de un aprendizaje continuo, permanente, siempre con final abierto. Y ello implica formar competencias emancipadoras que permitan ser capaz de elegir y de actuar, de influir en el conjunto de opciones alternativas disponibles y en los escenarios sociales en los que se eligen y se materialicen esas opciones; competencias personales y sociales, para construir y reconstruir vínculos humanos, implicarse en un esfuerzo continuo por convertir “la convivencia humana en un escenario acogedor y propicio a la cooperación mutuamente enriquecedora de hombres y mujeres”

 

Únase al Diálogo Directo con Edgar Morin Mensaje Breve de Edgar Morin en Video

Deja tus comentarios

0 / 300 Restricción de Carateres
El texto debe estar entre 10-300 caracteres
Términos y Condiciones de Publicación.
  • No se han encontrado comentarios

Contacto

DERECHOS RESERVADOS

  • Los derechos de propiedad intelectual sobre este SITIO, dominio o sub-dominios son titularidad de Edgar Morin. El uso de cualquiera de los contenidos del SITIO no constituirá en ningún momento una autorización ni licencia tácita o explícita para usar la propiedad intelectual propiedad de Edgar Morin o de la cual ésta es usuaria autorizada, por lo que su reproducción parcial o total no está permitida.
    Corresponde a Edgar Morin el ejercicio exclusivo de los derechos de explotación de los derechos referidos en cualquier forma y, en especial, los derechos de su divulgación, publicación, reproducción, distribución, comunicación pública y transformación.

 

Protected by Copyscape Web Copyright Checker